Una exagerada reacción

Vaya por delante una confesión personal: la broma de la COPE a Evo Morales me pareció excesiva, inoportuna y hasta reprobable. Tendría una opinión diferente si en algún momento se le hubiese advertido al involuntario protagonista de que era una llamada efectuada por un falso Zapatero. Pero no fue así y el hecho de que horas después el recién elegido presidente boliviano siguiese creyendo que había charlado con ZP convierte el asunto en chusco y, en mi opinión, en algo éticamente reprobable. Añado que me parece que esto le sucede a la COPE en un momento inapropiado, cuando recibe ataques por todos los flancos, ataques que no comparto en absoluto (aunque no la oigo, he sido un firmante del manifiesto en su apoyo).

Algunos han establecido un paralelismo entre ésta broma y aquellas que unos humoristas de Miami le hicieron a Hugo Chávez o a Fidel Castro . Lo que se obvia con alguna intención, es que aquellos locutores de El Vacilón de la Mañana fueron sancionados con 4.000 dólares .

Dicho lo anterior, no es conveniente pasar por alto tampoco que en España no hemos sido ajenos a ese tipo de bromas. Algunas se han recordado ya en Red Liberal, pero quiero traer a colación algunas de hace unos años en la Cadena SER, cuando engañaron sin advertir al entonces técnico del Real Madrid JBToshack en una conversión que él creyó mantener con el jugador Schuster. Sin ir más lejos, en el mismo programa (El larguero) unos imitadores de Felipe González y Alfonso Guerra (Luis Figuerola Ferreti y Javier Capitán) hicieron lo propio con un entrenador del Betis del que lamentablemente no recuerdo el nombre. Por no hablar de lo que constituye práctica habitual en los programas despertador de la misma cadena ser y similares, en los que se invade la intimidad de ciudadanos anónimos que hablan con la radio sin saber que lo están haciendo, con las consecuencias que se pueden presumir. Quien quiera pasar un rato divertido puede conocer algunas de esas bromas en La croqueta

Lo que trato de objetivar es la situación, porque dicho lo anterior me parece un exceso de los habituales hooligans que ven todo bajo su particular sesgo, aplicando la ley del embudo donde siempre el lado grande está con sus intereses y el estrecho, con los contrarios. Por no hablar de un Ministro capaz de acrecentar un incidente hasta convertirlo en conflicto diplomático con tal de demostrar que las acusaciones y persecuciones que han lanzado contra la COPE han estado justificadas. Me parece que Moratinos es capaz de quedarse tuerto con tal de conseguir que Jiménez Losantos pierda la vista en los dos ojos.