Es claro que Canarias es territorio muy abonado al surrealismo y que éste no se da sólo entre los intelectuales y artistas, sino también entre sus ciudadanos, políticos, periodistas y empresarios. De este modo podemos encontrar en el día de hoy una noticia singular al pretender una organización empresarial censurar su presidente por intentar propugnar por la libertad comercial. Es sabido, desde tiempos de Adam Smith hasta hoy, que las reuniones de dos o más empresarios se suelen hacer para conspirar contra el interés general, pero aún así, parece excesivo.
De todos es bueno confirmar que siempre habrá quien no se resigne a que lo abandone el sentido común y por eso, nuestra solidaridad con Francisco Palero. Al menos, en Gran Canaria da la sensación de que algo se mueve porque en Tenerife tenemos la desgracia del monolitismo y fortaleza de FEDECO, con un presidente que no tiene negocio, dirigentes que han traspasado sus tiendas sin tener ya interés legítimo en el asunto. Pero eso sí, han conseguido colocar de Director General de Comercio en el Gobierno de Canarias a un antiguo compañero que fue incapaz de mantener abierta su empresa. Así nos va.
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