Pocos debates resultan más decepcionantes en sus planteamientos como el que pretenden mantener algunos en torno a la posible extracción de petróleo en aguas cercanas al Archipiélago. Es cierto que son notables las voces que se oponen pero no lo es menos que son aquellos que normalmente tienen asegurados sus puestos de trabajo en las organizaciones que viven a costa de nuestros impuestos, bien sean partidos políticos, sindicalistas o integrantes de OMG (Organizaciones Muy Gubernamentales, a juzgar por las muchas subvenciones que reciben).
Sería pertinente discutir sobre ideas y estrategias pero no parece que estén especialmente predispuestos a ello, quizás porque resulta demasiado evidente la endeblez argumental. No parece pertinente renunciar a extraer lo que siempre se conoció como Oro negro porque ahora queramos convertirnos en el paradigma de las energías renovables. Muy alcalde habría que ser para creer que podemos prescindir de todo tipo de energía de procedencia fósil y reemplazarla por renovables sin resentir nuestro modo de vida.
Más creíbles resultan aquellos que, no siendo entusiastas de las procedentes del petróleo, apuestan por su extracción cuidadosa para intentar tener un mix energético más sostenible que el actual, lo que no es complicado teniendo en cuenta que en la actualidad apenas las energías limpias suponen el 3% del total que consumimos. Al menos eso he querido entender de las afirmaciones del catedrático Roque Calero.
Luego están los políticos, enfrentados a cualquier cosa que no sea su eterna pelea por meter la cuchara en asuntos esenciales. Poco aporta al debate afirmaciones del tipo «Canarias no obtendrá nada a cambio» cuando en realidad lo que se pretende decir es que el Gobierno de Canarias no podrá recaudar dinero del petróleo para malgastar en las mil y una ocurrencias de este y pasados gabinetes.
Las aportaciones de un desarrollo petrolífero en nuestro entorno no pueden ser medidas exclusivamente por ese parámetro, tampoco de si al final dispondremos de gasolinas más baratas (esto es relativamente sencillo, aunque no depende de su extracción sino ¡de los altos impuestos que pagamos al Gobierno de Canarias por el combustible!). Son otros valores, como la transferencia de tecnología de última generación y de conocimiento por parte de profesionales que podrán hacer escuela en materias que nos son desconocidas hoy.
También sería posible el retorno de canarios que trabajan en las muchas plataformas que hay en todo el mundo, otorgar nuevas alternativas profesionales para estudiantes que vegetan por facultades como la de Geografía, abocados hasta hoy a emigrar u opositar y un largo etcétera de resultados a priori no tan evidentes. Porque esa es la esencia de la política, hacernos creer que solo lo que vemos es lo que existe, que los riesgos son ciertos y que los beneficios están por determinar, lo que sugiere su inmediata participación aunque siempre invocando nuestro bien, incorregibles menores de edad. Ya lo advertía Milton Friedman, normalmente la solución de los gobiernos es, al menos, tan mala como el problema que pretendían arreglar.
2 comentarios:
Hola, gracias a Red Liberal conozco este blog que pienso seguir a partir de ahora. Enhorabuena.
Muchas gracias, Saturnino
Por aquí le esperamos y sus comentarios serán siempre bienvenidos
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