30 de septiembre de 2010
Comentario La Gaveta 30/09/2010
27 de septiembre de 2010
Comentario La Gaveta 27/09/2010
Valencia dijo que no eran dioses, manifestación muy oportuna porque sus comportamientos, en ocasiones, nos han hecho dudar. No perdió la oportunidad de recordar los grandes sacrificios que han tenido que hacer durante todos estos años, dejando a un lado su vida familiar para poner en el centro de su acción vital a los ciudadanos convertidos, contra su voluntad, en la nueva familia por la que habrían de desvivirse. Toda una proclamación de principios, dicha por quienes han vivido con solvencia en los últimos años gracias a esos artefactos de poder y coacción, de venganza y sectarismo en los que han devenido los ayuntamientos. Ahora necesitan premios, distinciones y reconocimientos, justo cuando la situación económica es la que es, como consecuencia parcial, de las locuras cometidas por esas fábricas de contratación familiar o partidaria en la que han convertido a cada una de sus corporaciones.
Por favor, que alguien nos enseñe el camino de salida
23 de septiembre de 2010
Comentario La Gaveta 23/09/2010
Los periódicos Público y La Razón han hecho de los anuncios de contactos en el resto de la prensa escrita una particular batalla que, de momento, han ganado por mor de unos diputados que se ve no tienen muchas cosas de las que preocuparse. Ambos diarios, de lectores con votos distintos pero ideológicamente similares y que podríamos encasillar en lo que Hayek llamó 'socialistas de todos los partidos', se oponían a publicar ese tipo de anuncio aunque no contentos con ello, han presionado todo lo posible para conseguir que los políticos regulasen sobre el particular. Y éstos ya han anunciado que darán un tiempo para que los diarios los retiren en virtud de una autoregulación que no parece tal ya que, caso contrario, dejarán de recibir esas mismas empresas publicidad institucional, una tarta a repartir de más de 193 millones de euros. ¡Notable! Te dan una directriz, indicando las consecuencias de su incumplimiento y a eso lo llaman autoregulación por más que parezca la representación de la celebérrima escena de la película El Padrino y aquella oferta que no se podría rechazar.
La España biempensante y durmiente, aplaudió. Sin embargo, nadie parece reparar en lo sustantivo del asunto, donde unos políticos trazan un objetivo en apariencia inobjetable, introducen una ley y votan en el parlamento como si tal cosa les fuera de su incumbencia y no de lectores y empresas periodísticas que nada puedan hacer ante una nueva demostración de expansión ilimitada del poder y de amenazas nada veladas. Si hay lectores afligidos o molestos por la visión de esos anuncios, su oferta de diarios sin ese tipo de publicidad ha aumentado en los últimos tiempos, no solo con los ya citados, sino con La Gaceta o el gratuito 20 minutos, sin necesidad de que vengan unos políticos salvadores de moral ajena.
Porque lo que aquí está en juego es la libertad pero también los costes de la coacción, así como las consecuencias no visibles que podrán derivarse ya que
la desaparición de los anuncios no garantiza que pase lo mismo con la prostitución, del mismo modo que la prohibición de las drogas no acaba con el consumo de
estas sustancias ni las medidas de control del fraude fiscal impide la existencia de un amplio porcentaje movido en economía sumergida. Ya se sabe que esta es la lógica del poder político, últimamente muy empeñado en convertirse en tutor de todos y cada uno de los ciudadanos de este país.
22 de septiembre de 2010
Comentario La Gaveta 22/09/2010
Han vuelto a las andadas. Los políticos que se han reunido en Nueva York, en la sede de Naciones Unidas, lo han vuelto a hacer. Braman contra el mundo avanzado porque en el orbe siguen habiendo muchos pobres, mientras nos presentan datos muy singulares. Dicen: ‘con la mitad de lo que gastamos en chucherías en los países civilizados,el hambre desaparecía en los del Tercer Mundo’.Vuelve el juego de la suma cero, una de esas falacias económicas que más éxito han tenido y que casa tan mal con la realidad pero bien con la demagogia desatada de los políticos. Porque hay que ser muy políticopara creer que las hambrunas en África se dan porque nosotros comemos unos ositos de Haribo, o que por cada chupete Kojak que compramos un niño abandona desnutrido este mundo. Hay que ser muy cenutrio para admitir que estas cosas puedan pasar por ciertas mientras debaten sobre cómo evitarlas sujetos tales como Chávez, Mugabe y demás, responsables ellos y no las golosinas,de las penurias de sus pueblos. ¿Es más o menos quelas chuches los que dedicamos a Ayuda al Desarrollo y que cada año terminan en los bolsillos de todos esos cleptócratas que en el mundo hay? Preso de la altivez que le caracteriza, allá fue Rodríguez Zapatero a proponer el bálsamo de Fierabrás con la tasa a las transacciones financieras que deberían pagar los bancos y terminaremos abonando los usuarios. Con el dinero recaudado, dicen, se ayudaría a los países con necesidades aunque quizás querrán decir que son sus gobernantes los beneficados, en esa humillante demostración de una verdad enunciada en su día por Lord Peter Bauer: ‘el dinero de los pobres de los países ricos que termina en el bolsillo de los ricos de los países pobres’.El problema de esa tasa, conocida por el nombre de quien la ideó en 1971, James Tobin, es que estaba pensada para capitales especulativos y no es tan sencillo distinguir aquellos que lo son de los que son productivos. Problemático era y es saber qué importe tendrá ese nuevo impuesto para que satisfaga a tanto tragaldaba pendiente. Problemático sería decidir quien lo tiene que gestionar y si debemos admitir que lo hagan organizaciones tan seriamente cuestionadas el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Tal es y era su complejidad, que el propio James Tobin renunció a ella y pidió antes de fallecer que no usaran esa idea en su nombre, algo que, evidentemente no consiguió. Y es que, hasta en el Parlamento de las Islas Canarias se debatió una propuesta para su implantación internacional, lo que no quita para que el inmensa mayoría de la cámara no sepa que es la Tasa Tobin, como pudimos comprobar en éste programa el año pasado. Más de lo mismo.