Pocas cosas puede haber más irritante que la salida de pata de banco de un político que tiene una representación institucional. Claro, que puedes ser José Carlos Mauricio y entonces casi todo se empieza a entender. Este señor (que me perdone, pero no le conozco mucho), pasó de ser delfín de Santiago Carrillo en el PC a interlocutor casi único de los nacionalistas canarios ante Aznar. Incluso, cuando fue nombrado Consejero de Economía y Hacienda, el presidente del PP canario llegó a afirmar que era el Modigliani de la Economía y el Buchanan de la Hacienda, tal era el entusiasmo que despertaba en José Manuel Soria.
Resulta que una de las instituciones más liberales del Archipiélago, el Círculo de Empresarios de Gran Canaria tiene por costumbre hacer un comunicado anual sobre la situación del momento en las Islas. Este año, han denunciado la pérdida de la legislatura por la parálisis administrativa, el intervencionismo en la economía canaria por parte del gobierno (?) autónomo al tiempo que hacían votos por un cambio de rumbo, en un comunicado que se puede leer íntegro aquí. Las reacciones del tal Mauricio no tienen desperdicio (las declaraciones, no él)y arremete con un estilo tabernario digno de mejor causa contra los empresarios, a los que tacha de analfabetos económicos, llorones y aprovechados, mientras lamenta no tener la posibilidad de debatir con esos pollos.
¡Tremendo nivel!
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