Impertinencias relacionadas con el pensamiento políticamente correcto de periodistas y políticos de las Islas Canarias



11 de enero de 2006

Se inician las rebajas en Tenerife

Pocas cosas son tan irritantes como la reiterada demostración de incompetencia de buena parte del comercio de esta Isla. Al menos, aquella que se agrupa en ciertas organizaciones empresariales. No es fácilmente entendible que a día de hoy, todas las provincias de España tengan varios días de rebajas en el comercio y nosotros las hemos estrenado esta mañana. Podremos así disfrutar de unos precios bajos que son esperados por todos con autentica ilusión, cuando no necesidad. Son los mismos comerciantes que llevan días peleándose contra el sentido común, falseando la evidencia e intentando hacernos creer que la campaña de Navidad y Reyes ha sido un desastre, a pesar de que todos –todos- hemos sido testigos de la enorme afluencia de gente a los comercios. No vale decir –cómo han hecho en años anteriores- que han sido simples mirones, que mucho tocar y poco comprar, porque quien más y quien menos ha tenido dificultades para conseguir aquello que pretendía a la primera.

Estos buscadores de subsidios pretenden hacernos creer que las rebajas deben ser así, porque los comerciantes no están obligados a cumplir la regla sagrada del comercio: satisfacer las demandas de sus clientes. Y los clientes llevamos años transigiendo con esta discriminación intolerable por no tener como canalizar nuestra frustración. Se preguntará, usted amigo oyente, como es posible que se haya llegado hasta esta situación. La decisión la toma la Comisión Insular de Comercio, donde están representados el Cabildo, los Ayuntamientos, la dirección general de comercio, las organizaciones empresariales –en realidad, la CEOE cede su lugar a FEDECO-, pero también por la asociación de amas de casa y una prolongación del Partido Socialista que es la Unión de Consumidores de España. Con tanto talento junto, no es extraño que esta arbitrariedad se pueda llevar a cabo o que la fijación de aperturas en festivo sea un auténtico desatino, donde siempre se prima el mayor daño que se pueda infligir a las grandes superficies sobre el beneficio que pueda obtener el consumidor.

Estos empresarios de pacotilla, arrimados siempre al poder político y suplicadores de lo que ya Friedrich Hayek llamó “solidaridad no competitiva” provocan que las grandes enseñas tengan que retrasar en algunos casos hasta dos semanas sus campañas promocionales en Tenerife o que los informativos de Televisión señalaran que “las rebajas han empezado en toda España con la excepción de Canarias” (Susana Griso, Antena 3 el lunes 9 de enero).

Tienen las desfachatez de retrasar las rebajas porque están a su alcance los mecanismos adecuados para ello y por el miedo que las administraciones le tienen, permitiendo que conspiren contra el interés de los ciudadanos y bajo unos argumentos peregrinos: No tienen tiempo material para atender los cambios de reyes y proceder al etiquetado de rebajas, pero lo que sería posible en algunos casos –y a lo que el interés del consumidor le resultaría indiferente- difícilmente se puede trasladar a la totalidad del comercio, penando a los eficientes y castigando a los usuarios. Y eso que se han destinado millones de euros a la modernización de los comercios y que, a la vista está, sólo han servido para agrandar algún bolsillo y realizar unos cursos de magros resultados o equipar con alguna línea de Internet sus negocios

No todo ha sido un fracaso. A fin de cuentas sí que han conseguido algo: Agudizar el ingenio de quienes no quieren retrasar el inicio de las rebajas –acudiendo a subterfugios como descuento o precios especiales- pero sobre todo, demostrarnos que ellos sí son esa tierra única de la que presume el gobierno en la machacona campaña institucional: pero una tierra única por lo estéril y condenada permanentemente al fracaso. Mientras no nos toque pagar a nosotros...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo, la liberalización de horarios y precios es lo que tiene....