Impertinencias relacionadas con el pensamiento políticamente correcto de periodistas y políticos de las Islas Canarias



7 de enero de 2008

Al final Watson no estaba solo

Todos recordamos el jaleo formidable que se montó cuando el Premio Nobel James Watson habló sobre las diferencias de inteligencia entre negros y blancos. La correción política se le echó encima y rápidamente pasó a convertirse en un paria de la Ciencia. El resto es conocido.

Resulta que una web científica pregunta anualmente a 165investigadores si en algo han cambiado de opinión en ese horizonte temporal (1 año) partiendo del axioma de que la Ciencia se basa en pruebas. Aparte de comprobar de que muchos de esos investigadores asumen sin complejos cambios en su forma de pensar -menos los del IPCC, que esos ya han dicho que sus conclusiones son irrefutables-, llamativo también resulta conocer que la teoría de Watson es secundada por otros investigadores. Así, Mark Pagel afirma que

"Con independencia de lo equivocadas que están las antiguas ideas sobre las razas, los estudios genómicos modernos revelan un panorama sorprendente, apasionante y diferente de la diversidad genética humana. Por término medio, unas razas somos genéticamente similares a otras en un 99,5%. Este porcentaje no es el que se barajaba antes; es menor que el calculado previamente, que era del orden del 99,9%. Para poner en perspectiva esta diferencia, que puede parecer minúscula, hay que subrayar que genéticamente somos similares en alrededor de un 98,5%, o puede que más, a los chimpancés, que son nuestros parientes evolutivos más próximos. En otras palabras, este nuevo porcentaje reviste gran importancia para nosotros. Entre otras cosas, deriva de muchas diferencias genéticas pequeñas que se han conocido a partir de estudios comparativos de poblaciones humanas. Guste o no, cabe la posibilidad de que existan muchas diferencias genéticas entre poblaciones humanas, sin descartar diferencias que pueden corresponder incluso a la antigua clasificación por razas, y diferencias que son reales, en el sentido de que hacen a un grupo determinado mejor que otro a la hora de dar respuesta a un determinado problema particular del medio en que se desenvuelve. Esto no quiere decir en modo alguno que haya un grupo que en general sea ‘superior’ a otro. Ahora bien, nos pone sobre aviso de que debemos estar dispuestos a hablar de diferencias genéticas entre poblaciones humanas".

Un caso claro de estupidez política y mediática cuando alguien se sale de lo ordinario sin pararse a pensar en el fondo de lo afirmado. A lo mejor Watson no está tan solo...


O.T. Yo también estoy con Ron Paul

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