Impertinencias relacionadas con el pensamiento políticamente correcto de periodistas y políticos de las Islas Canarias



1 de mayo de 2007

Xavier Sala i Martín

El otro día tuve la oportunidad de entrevista a Xavier Sala i Martín. Y la crítica ha animado el recuerdo del encuentro. Los austríacos dicen que 'apesta' a Chicago; otros, que no es posible conciliar nacionalismo y liberalismo como él argumenta. E incluso, que hay atisbos de mercantilismo en pasajes de ese encuentro.

Lo mejor es opinar sobre los hechos y la entrevista se puede escuchar aquí: La gaveta. Y se puede leer en este otro sitio: Canarias Liberal.

¿Qué piensan ustedes?

6 comentarios:

egb dijo...

"Nacionalista quiere decir que quieres compartir tú sector público –que sigues queriendo que sea pequeñito- con un grupo determinado de gente. Por tanto, son dos planos de decisión distintos, primero, con quien quiero compartir mi sector público y ahí puedo decir que lo quiero hacer con todos los alemanes o con todos los franceses, suecos o catalanes."

Salamartín no ve que su antiliberalismo está precisamente en actuar como si ese "grupo de gente" fuese homogéneo. En actuar como si todos los catalanes quisiésemos lo mismo que él (vivir juntitos separados de los españoles) o hablásemos habitualmente su lengua que es propia suya y no de una imaginaria tribu que habita dentro de determinados límites geográficos. Tiene razón en cuanto a la necesidad de votar fronteras, incluso dentro de Cataluña.

Él, el muy hipócrita, necesita un gobierno no precisamente pequeño, como demostró CiU, para poder imponer su ideología homogeneizante (teatros nacionales, lengua propia, nacionalistas en cada asociación comercial, profesional o cultural, en las cámaras,... imponer la lengua en las escuelas, gestapo lingüística para colegios, hospitales y comecios.) Todo muy liberal.

El nacionalismo, lo defina Carlton Hayes, Ernest Gellner, Eric Hobsbawm o Anthony Smith, tiene como fin que los de la propia raza se gobiernen a sí mismos. Para ello presuponen (actúan como Salamartín) que sólo existe una raza a tener en cuenta, la que quiere vivir juntita, la otra/otras como si no existieran, se eliminan. Este es el abc del nacionalismo. Las consecuencias se las puede imaginar cualquiera sin mucha dificultad. De todas maneras Ludwig von Mises nos enseña en Gobierno Omnipotente que no se puede ser gordo y con bigote.

Anónimo dijo...

Anda chaval, vuelve a leerte lo que dice Xaveri Sala-i-Martín sobre el derecho de autodeterminación de todos los pueblos del mundo.

No es nacionalistas aquí, nacionalistas allí. Cada uno tiene sus ideas y las extiende legítimamente a través de la prensa, del Estado o Gobierno, o de cualquier otro medio. Que tu no sepas aceptar la mayoría social catalana no es problema de Xavier Sala-i-Martín, es problema tuyo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con Pepelu. El nazionalismo no es una opción, es sencillamente una plaga. Desde el punto de vista económico y político a más nacionalismo menor libertad, tanto social como económica. Hay quen tene buenas ideas en economia y sin embargo es un mezquino en política.

Jordi Porras Presa dijo...

Pepelu, ¿Has leido a Ernest Renan? Verás que nacionalismo y raza no tienen por qué ser conceptos inevitablemente ligados. Por encima de raza, cultura, idioma, etnia, territorio... a la hora de sentirse nacional de un sitio hay un factor más influyente que ningún otro. Es el único factor necesario para crear una nación, y ese factor es la voluntad de todos y cada uno de los integrantes de la nación, lo que Renan llama "Plebiscito Cotidiano". Ésto consiste en reafirmarse en el deseo y en la idea de nación. Luego, no significa que ese deseo no pueda sustentarse en una idea de raza, o de etnia, o religiosa... Estos factores como territorio, lengua, cultura, etnia, religión... no son más que factores accesorios que provocan el deseo y la voluntad de ser nacional. Factores que también pueden ser más pragmáticos, como pueden ser intereses económicos o administrativos.
Porque al fin y al cabo, ser nacionalista no es más que el deseo de compartir un entorno de múltiples características económicas, administrativas y culturales si cabe con otros que lo desean.
Es verdad, que en la mayoría de las ocasiones el nacionalismo va ligado a un territorio, pero ahí tuvimos nación judía cuando aún no existía el estado de Israel ni la inmensa mayoría de los judíos se concentraban en la zona del Neguev.
Debemos entender el nacionalismo como una ideología transversal en un esquema"izquierda-derecha".

Jordi

Imma dijo...

suscribo absolutamente a jordi, . . y quisiera agregar el concepto de derecho de autodeterminación de los pueblos, el cual es compatible con la existencia de los demás pueblos, o rezas o religiones , o como se le quiera llamar, el problema de pepelu, es su facismo, no soporta la esxistencia de lo que no le agrada.

Anónimo dijo...

Jordi utiliza la falacia de como lo dice un intelectual ya tiene que ser cierto, el nacionalismo vulnera el liberalismo, lo saben todos aquellos que si han sido liberales, cada uno puede autodenominarse como quiera, como por ej. alguién que se crea negro sin tener la piel negra, igual pasa con los liberales, hay muchos que se creen liberales sin serlo, aunque ningún liberal va a dar carnets a la gente, si habrá liberales que critique a estos porque no promulgan los principios liberales.