El presidente del Gobierno de Canarias tiene una muy acreditada fama de planificador, como si eso fuese algo de lo que sentirse orgulloso, por más que a sus hagiógrafos –en privado lo llaman Jefe, pero bien podrían referirse a él como San Adán- se lo parezca. En una de las muchas entrevistas que ha concedido para cerrar el año, Adán Martín ha dejado algunas perlas interesantes, más allá de su deseo de pasar a ser una persona normal tras las próximas elecciones –entre ustedes y yo, es complicado pensar que alguien lo eche de menos-. Una de las muy llamativas tiene que ver con su impresión sobre la sanidad en las Islas. Da por sentado que las listas de espera no se terminarán nunca, que la sanidad tiene un nivel similar a la de los principales países europeos, que el presupuesto para esta área es el 35% del total de los fondos de la comunidad, bla, bla, bla... Pero lo que no tiene desperdicio es que diga que antes ibas al médico y te mandaba una aspirina; ahora vas y te ordena hacerte una resonancia magnética. Declaraciones como estas demuestran bien a las claras las razones de la quiebra del sistema y porqué hay que sacarlo de las manos de los políticos cuanto antes. Son unos botarates y encima unos demagogos incalificables, que no contentos con el papelón que juegan se ufanan de unos magros resultados. El resto de le entrevista también merece la pena, al menos para entender el grado de intervención que soportamos en estas islas.
Felicidades a todos y hasta el 2007
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