Impertinencias relacionadas con el pensamiento políticamente correcto de periodistas y políticos de las Islas Canarias



18 de octubre de 2010

Comentario La Gaveta 18/10/2010

Cada vez resulta más evidente que si usted quiere ser considerado experto y que le inviten a pomposos debates en no menos celebrados escenarios, como el Foro Parlamento y sociedad, pagados con dinero público y organizado siempre por la misma empresa, entonces habrá de elaborar un no muy sofisticado argumento pero lleno de ciertos tópicos del gusto de la intelectualidad patria. Así, si el debate es sobre el 'presente y futuro del binomio territorio-población', empéñese en dibujar el más sombrío panorama, busque datos que le sirvan para la comparación y agrándelos todo lo que pueda. Disfrute de las caras de terror de su auditorio.

Algo así pudo ocurrir el otro día, cuando un experto autóctono -al que le vale la presidencia de una asociación canaria de derecho urbanístico para ser considerado tal- dijo que Canarias necesitaría un territorio diez veces mayor al actual si desea mantener el ritmo de crecimiento. Supera, con tal afirmación, las cifras que hace algunos años se daban por buenas (ellos), en el sentido de que solo serían entonces necesarias 5 Canarias y deja atrás, con mucho, la cifra de tres Españas que hace algunas semanas otro agorero había calculado como necesaria para conciliar el crecimiento con un uso adecuado de suelo, agua, energía y residuos. Los expertos salieron de allí y se fueron a sus casas confortables y a seguir impartiendo doctrina mientras disfrutan de cómodos puestos de trabajo, muchas más veces de las deseables, en la esfera de lo público con el prestigio intacto y la consideración de experto sin marchitar.

Ahora pongamos que ese chipiritifláutico foro decide invitar a alguien que no exprese lugares comunes y que plantee que no hay una sola evidencia científica que permita sostener que el crecimiento de las islas está amenazado por el consumo de recursos y que las causas que propiciarían tal cuestión estarían más relacionadas con las políticas públicas, por ejemplo, con un urbanismo diseñado para convertir en millonarios a políticos, concejales, familiares y empresarios afines, amén de para financiar a los partidos políticos. Que los residuos podrían tener una solución óptima y casi infitina si alguna vez alguien se tomara en serio estudiar cómo lo hacen países y espacios limitados con un enorme crecimiento -que es riqueza para sus ciudadanos- tales como Singapur o Hong Kong mientras que las energías son una castaña porque no hay una sola norma que sirva mientras se mantiene de facto a un único operador en el sector al que un alto cargo se le ocurrió calificar de monopolio natural. Esa es la historia y los demás no son más que biempagadas tenidas de las que nada bueno cabe esperar

14 de octubre de 2010

Comentario La Gaveta 14/10/2010

El gobierno no quiere más edificios elevados para uso residencial en Santa Cruz. Un organismo burocrático como la COTMAC considera que el nivel máximo de construcción y habitantes por hectárea ha de ser 400 vecinos y 12.000 metros cuadrados. Eso es en lo que han terminado convirtiendo al suelo y los legítimos derechos de propiedad, en una asfixiante maraña administrativa sometida a los caprichos de los políticos y funcionarios, pues no otra cosa es un Plan, un ejercicio de planificación donde unos sujetos toman decisiones que afectan derechos de terceros sin que ellos tengan que pagar nada sobre los posibles daños que causen.

En apoyo a esa pretensión, el consejero Domingo Berriel se ha permitido la frivolidad de considerar que ciertas zonas de Santa Cruz tienen una densidad de población asiática. ¿Qué habrá querido decir? Quizás ha pretendido hacer una gracieta considerando que somos como Hong Kong pero mejor lo descartamos pues las rentas y calidad pública del antiguo protectatorado británico nada tiene que ver con las nuestras. O quizás quiso decir Singapur, donde vive una de las sociedades más dinámicas y prósperas del planeta, lo que invalida la comparación. Es posible que quisiera decir Sao Paulo, por ejemplo, donde un urbanismo de concentración, unos políticos incapaces cuando no corruptos y una gran bolsa de pobreza hace más viable la comparación. Yo sé que la populosa ciudad brasileña no es asiática pero no lo tengo tan claro en el caso de los políticos que asuelan Canarias.

Vale ya de asustar con modelos donde las sociedades prosperan y sus individuos deciden vivir como mejor les place valorando las ventajas e inconvenientes que eso les comporta sin pararse a pensar si sus dirigentes consideran que son muchos, equivocados e idiotas. Parece más lógico que quien no desee vivir en las urbes se traslade a zonas donde sí puedan disfrutar de jardines, vistas o mar pero también debería ser lógico que el mercado, y no los burócratas, decidiera si caben o no más torres en Santa Cruz. A decir verdad, cuando han tenido posibilidad de manifestarse han agotado las promociones casi sobre plano por más que fuesen otros tiempos. Mejor estarían los políticos callados y permitir que los ciudadanos y los promotores sean los que intenten casar oferta con demanda. Por cierto, y en esa lógica intervencionista, ¿en una isla no sería más lógico crecer en altura para consumir menos territorio o ganarlo con más espacios públicos?

7 de octubre de 2010

Comentario La Gaveta 07/10/2010

Han tenido reflejos tanto el Cabildo Insular de Tenerife como el Gobierno de Canarias para exigir al Ministerio de Asuntos Exteriores que se tome en serio la expropiación de Agroisleña, llevada a cabo por el Gobierno de Hugo Chávez. Resulta menos meritorio si se tiene en cuenta que sus posibilidades de acción están muy limitadas salvo para instar la acción de otra institución, por más que el Ministerio de Moratinos haya sido siempre muy comprensivo con la deriva totalitaria del gobierno venezolano.

Las explicaciones televisadas del mandatario han sido muy llamativas pues justifica la intervención de la empresa al considerarla parte de un oligopolio de intermediarios especulativos que provocan un alza en el precio de los alimentos, eficaz falacia económica que enseguida encuentra seguidores, incluso en esta tierra tan llena de zafios intelectuales que compran cualquier mercancía averiada y discursos que se compadecen poco con la realidad y la experiencia. Alguna ya han tenido en la propia Venezuela, donde el control y fijación de precios de productos -burocráticamente considerados básicos- tuvieron su consecuencia habitual: desasbastecimiento en los lineales de los supermercados.

Por otro lado, esperar que los legítimos propietarios de Agroisleña recuperen su propiedad es complicado porque no hay muchos antecedentes de vuelta atrás por parte el El Gorila Rojo pero mucho menos si tal cosa depende de la acción exterior del Gobierno de ZP, incapaz siquiera de pedir una disculpa diplomática cuando el embajador de Venezuela en España, un tal Juan Ramón Serrat se ha atrevido a decir que las confesiones de dos etarras en el sentido de haber recibido instrucción terrorista en aquel país pudieron haberse tomado bajo tortura por parte de la Guardia Civil. Así es de dócil el Gabinete de ZP con Chávez y así defiende el interés legítimo de los españoles en el exterior. Nunca pensé que pudiese decir algo así, pero para esto, casi mejor sería ser francés.